La rabia. Ejercicios de cuerpo y alma

ejercicios de autoestima flamenca

Otra vez la metodología de Autoestima Flamenca y Carlos Sepúlveda nos acompaña en la devolución de una sesión fotográfica que se transforma en un experimento para abordar lo psicológico corporalmente,  también a través de las imágenes y de las palabras.  Carlos, como psicólogo, está interesado en tratar ciertos temas y encontrar siempre nuevas formas de hacerlo; en nuestras conversaciones en la Alameda reflexionamos juntos, con Omega de Enrique Morente sonando en las cabezas.

« ¿Cómo manejamos la rabia?   Muchas personas, creemos erróneamente que ser fiel a aquello de Haz el amor y no la guerra, significa suprimir la rabia, lo que genera mucho dolor y dirigirla Inconscientemente hacia quien no lo merece. Preferimos alimentarnos de la dulzura, de la belleza y esto nos conduce a no saber poner límites y a no responder a una agresión.                                                                  La agresividad que llevamos dentro es pura fuerza que nos empuja hacia adelante;  es necesario tenerla a mano para que por algún lado pueda salir.   Mientra más aprendemos a manejarla, más fuertes nos hacemos. «

Carlos me invitó a realizar este vídeo también como ejercicio personal; el día después de nuestro encuentro comparte conmigo un texto repleto de imágenes con el que creamos esta video píldora:

  ¿Qué pasa con mi rabia?    ¿Dónde está?    ¿En los puños cerrados o en la mano tendida? …..In progress…

DIOS DE LA GUERRA

 Yo soy a quien tú no quieres

el padre de todas las destrucciones.

Yo soy la fuerza que quieres contener

la sed de sangre

la aniquilación y su lamento,

el puño torpe.

Más me comprimes

mayor es mi explosión.

Yo soy el asesino que hay en ti.

Cuando agotes todas las cadenas

sabrás que aún estoy ahí

reventándolas una a una con mi rencor.

Déjame entonces mis explosiones controladas

mándame al INEM de los mandatarios

para convertirme en tu guardaespaldas

de quienes te abusan.

Déjame que te resguarde de los dardos

cuando te muestras vulnerable.

Déjame ahí ser el incansable

y te sorprenderé con mi cara serena

cerrando las puertas de las relaciones tóxicas.

Saca de la prisión mi fuerza

tu fuerza.

Derrite mi irritación

mientras consumo en mi fuego

a la opresión de los inocentes.

De las bridas cortas

y resoplando

a tu danzante.

Soy ahora

el baile que te protege.

Carlos Sepúlveda.  26 Dic 2012. 


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