En un estudio acogedor, la luz natural y el ambiente familiar nos acompañan en una sesión en la que podemos realizar buenas Fotos para curriculum, Fotos de perfil para nuestras redes sociales y espacios internet, Retratos artísticos (con instrumentos o accesorios que hablan de nuestra profesión o que simplemente nos permiten jugar, vencer miedos o describirnos) Retratos para nuestros familiares, para nuestra pareja, retratos Prenatal, en definitiva, Retratos para nosotras.
Las clientes pueden traer lo que deseen: música, una prenda, un sombrero, un objeto, sus instrumentos de trabajo o de diversión, o simplemente las ideas de sí mismas que quieran transmitir, juntos a objetos que puedan facilitar su representación. Es importante recordar que traer objetos propios no es imprescindible para obtener buenos resultados, pero sí ayuda a sentirse más comodas.
La sesión, individual y/o colectiva, es un momento personal, de juego exclusivo con nosotras mismas, un espejo junto al otro espejo, la fotógrafa. Se trata de acercarse a nuestro rico y desconocido mundo de posibilidades expresivas a través de un ritual desenfadado hacia un mejor conocimiento de nosotras mismas y un poco más de amor propio.
El aprendizaje es mutuo, de ambos lados se crea, se dan pautas y se indican caminos, para sentirse más cómodas, para que el resultado sea vivo, creativo y sobretodo un disfrute.
La sesión da lugar a una evolución que resulta evidente al observar las primeras y las últimas fotos. Es cierto además que las clientes agradecen el tiempo transcurrido, viven momentos de dificultad, vergüenza, pero también sensaciones desconocidas, estados pletóricos de placer con su propio cuerpo y su imagen.