voglio vederti danzare

Voglio vederti danzare

Carlos Sepúlveda, psicólogo y bailaor y sus talleres de la Asociación Autoestima Flamenca destinados a todas las personas aficionadas al flamenco en diferentes barrios de Sevilla. Cada fin de curso es un cuento útil y emocionante, juguetón y dramático a la vez. Así lo he sentido todos los años que he tenido el privilegio de asistir y documentar. En Junio de 2021 la carga vital de dimensiones heróicas de los talleres ha explotado luminosa con Bailes de fin de pandemia.
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Abrazo Agua

 

“ El ansia de libertad que late en el interior de todo ser humano ha cobrado un sabor especialmente intenso este último año. Un año caracterizado por las restricciones y las distancias, pero que no ha sido capaz de sofocar nuestro afán de autonomía. Al contrario, tras este año el albedrío nos rebosa por todos los poros y aparece en cada instante, en cada sabor, en cada baile, en cada deseo, en cada abrazo.”

 

Carlos Sepúlveda

 

Talleristas de Autoestima Flamenca durante los ensayos del baile de fin de curso en una azotea sevillana. Junio 2021. Sevilla

Lola Voglio vederti danzare
LOLA EN AZOTEA.
Zalameras y curiosas, como los gatos. Con el alma en la ventana, con la risa y la inocencia del payaso. Este huracán de mujeres de los grupos de Autoestima Flamenca de Casco Antiguo, Macarena y Polígono Norte interpretan fragmentos de Fantasmas de la Guerra, de Manolo Sanlúcar, y Aire, de José Mercé.
Carlos Sepúlveda

 

Nos encontramos con que cada cual escondía dentro suya un personaje y un cante que podían ayudarnos en esta travesía. De modo que formamos grupos para hacer que, como aquel arpa que dormía en el ángulo oscuro del salón, las músicas que escogimos nos dijeran “¡Levántate y baila!”
Carlos Sepúlveda
VALME Voglio vederti danzare
VALME EN AZOTEA
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Abrazo Agua

 

“…Y si los abrazos estuvieron bajo sospecha, habrá que recuperarlos, que se nos va la vida sin ellos…”
Carlos Sepúlveda

 

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Abrazo Agua

 

De las cosas que hemos aprendido en estos duros tiempos amenazados por la pandemia es a poner en primer lugar lo esencial, lo que está cargado de vida. Y a eso nos agarramos. Defendemos ese soplo de vida como un territorio propio.

 

Carlos Sepúlveda

 

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